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Los animales hacen distanciamiento social al contagiarse

Los animales manifiestan cambios de comportamiento debido al contagio con un patógeno para evitar transmitir enfermedades a su colonia.

Muchos animales desde aves hasta insectos, realizan estos cambios de comportamiento, para así evitar propagar un contagio masivo en su grupo social.

Por ejemplo las hormigas recolectoras, babuinos, murciélagos vampiros, peces lebistes o mandriles ya lo practicaban instintivamente la distancia social al enfermar.

Nosotros, los humanos lo hacemos ahora tras el Covid-19.

Según un estudio realizado por Dana Hawley, profesora de ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias de Virginia Tech (Estados Unidos), con los murciélagos vampiros que se alimentan de sangre de otros animales y se asean unos a otros.

Cuando un murciélago es contagiado realizan menos actividad social, y del aseo personal sin que les puedan contagiar a los demás miembros del grupo.

Las Hormigas

Las hormigas practican un distanciamiento social activo, es decir abandonan el nido cuando están enfermas por el bien de la comunidad.

Por ejemplo, en las hormigas negras, evitan entrar al nido cuando se infectan de un hongo.

También se han visto que cuando se han infectado el nido, las hormigas sanas recolectoras y cuidadoras de las crías, dejaban de estar en contacto.

Además cambiaban las pupas de lugar y las recolectoras reducían su entrada al nido, haciendo un cierre perimetral.

Incluso sabiendo que va a morir prefiere aislarse del nido para morir fuera y no contagiar a las demás.

Las abejas

En este caso, las abejas su objetivo primordial es hacer todo por el bien mayor de la reina y de la colmena.

Cuando detectan a algunos de los suyos que están contagiadas, las abejas sanas expulsan de la colmena a las infectadas para evitar un mayor contagio.

Incluso pueden expulsarlas de forma violenta de la colmena.

Las langostas

Esta especie, cuando alguna enferma o se contagia, las otras langostas sanas abandonan el grupo.

Esto lo  hacen para evitar o reducir el contagio de cualquier virus o bacterias de algún miembro del grupo, haciendo que abandonen inmediatamente la guarida.

Este comportamiento supone un riesgo ya que se exponen a que sean atacadas por depredadores, pero es un riesgo por el bien común de todas, y evitar así el contagio masivo.

También se han detectado otro comportamiento como las termitas de la madera húmeda, que cuando detectan de que se van a contagiar de las esporas de un hongo, empiezan a vibrar.

Esta vibración hace que alerten a las otras termitas para evitar que se acerquen a ellas y se alejen.

Si quiere ver más detenidamente el artículo del estudio de este comportamiento de algunas especies puede consultarlo en la revista Science.

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